En el blog de Bilbolink se dice que la inteligencia artificial ya puede verse en servicios de entretenimiento, como el motor de recomendaciones de Netflix, que hace sugerencias a los espectadores basándose en sus preferencias previas. La IA que impulsa este proceso se utiliza para crear contenidos personalizados para cada usuario, pero también puede utilizarse para automatizar la creación de contenidos en algunas industrias. La IA también puede utilizarse para crear simulaciones más realistas en el entretenimiento. Por ejemplo, algunos videojuegos están utilizando la IA para generar personajes animados que parecen más reales que cualquier otra generación anterior de personajes de videojuegos, haciendo que parezcan más personas reales. Este tipo de IA facilita la creación de contenidos a los creadores, porque les permite centrarse en la historia y no en los retos técnicos de animar los movimientos de los personajes.
La IA y el cambio climático
La inteligencia artificial también puede utilizarse para abordar uno de los retos más acuciantes de nuestro tiempo: el cambio climático. Los algoritmos están entrenados para procesar cantidades ingentes de datos que ayuden a comprender los cambios en el clima mundial. Utilizando la IA para analizar datos de satélites y patrones meteorológicos, estos algoritmos pueden encontrar patrones en los datos que los humanos no pueden ver. Por ejemplo, la IA puede ayudar a vigilar las regiones en las que la temperatura se ha disparado en el pasado, algo que los humanos no pueden hacer en todas partes porque es demasiado difícil encontrar todos los puntos de datos en cada región. Los resultados de los análisis basados en la IA ayudan a los científicos a comprender las pautas del clima y a determinar dónde pueden causar problemas los cambios climáticos.